Atrás quedaron la renovabilidad y limpieza de las fuentes, y por el contrario se aunaron
los esfuerzos por encontrar aquella energía capaz de soportar el brutal desarrollo.
Como viene siendo habitual en estos casos, lo mejor para el avance no siempre coincide con lo
mejor para la naturaleza y así, la mayoría de las fuentes energéticas que hoy día abastecen
nuestros hogares e industrias, tienen un fuerte impacto ambiental.
Los homólogos actuales del fuego, las plataformas térmicas llevan consigo la emisión de
derivados del azufre que luego azota nuestros bosques con la tan temida lluvia ácida.
Por otro lado, la representación actual de los molinos de agua: las centrales hidráulicas,
cuando quieren ser llevadas a extremos realmente productivos, como en el caso del Río Amarillo
en China o en el Cañón del Colorado, resultan en potentísimas armas destructivas para las
cuencas de los ríos y los parajes que los circundan.
En la mente de todos está, como fuente de energía más natural, limpia y renovable la
energía solar. Sin ninguna duda constituye una buena apuesta de futuro y en la cual conviene
invertir todo el esfuerzo necesario para conseguir que, algún día, pudiera reunir las tres
características esenciales. Hoy en día, no está exenta de problemas, cuando, al igual que la
energía hidráulica, se quiere sacar de ella más de lo que nos puede ofrecer.
Por último, presentaremos a la energía nuclear como la fuente más poderosa existente en
la actualidad, pero que acarrea graves problemas de acumulación de residuos radiactivos y un
peligro potencial.
No nos olvidaremos de aquellos proyectos que, si bien difícilmente podrán alcanzar un
puesto demasiado alto en el escalafón del ranking energético mundial, sí que pueden ser de gran
ayuda para reducir el consumo energético global. Pondremos como ejemplo el combustible a
partir del hidrógeno y la casa ecológica.
En síntesis, este trabajo, constituye un intento por plasmar el impacto negativo que las
plataformas energéticas y los combustibles fósiles tienen sobre el espacio natural.
Aunque también se hará referencia al aspecto positivo de las mismas en un marco medio
ambiental, siempre teniendo en cuenta que las fuentes de energía poderosas son una necesidad
vital en la realidad que vivimos y que el objetivo de la ciencia debe ser seguir suministrando